GUSTAVO ZAJAK, UN MAESTRO EN EL MUNDO

 

¿Qué estás haciendo en este momento?

Estoy en contacto con la producción y el elenco del Violinista en el Tejado todo el tiempo y ahora estoy en Seoúl, Korea dirigiendo y coreografiando “Barnum, el gran Showman” que es el musical que precedió a la película “El gran Showman” que protagonizó Hugh Jackman este año. Estoy muy contento, es un musical que obviamente tiene actuación canto y baile pero además tiene como ingrediente muchas escenas de circo y acrobacia, así que estoy haciendo mucha investigación y trabajo para poder agregar esté área a mi puesta en escena.

También estoy preparando lo que va a ser la coreografía de

 

Evita que voy a coreografiar en el mes de Agosto, se estrena en Septiembre, en The Repertory Theatre of St. Louis, para la cual voy a estar trabajando con una asistente uruguaya y que se especializa en tango, incorporando elementos de teatro musical, tango y folklore a esta nueva versión de Evita y después viajo en septiembre a Korea para hacer la puesta de la versión musical de “La casa de Bernarda Alba” obra que compuso Michael John LaChiusa que ya se hizo en el Lincoln Center en Nueva York.

¿Qué diferencias culturales sentís en cada sitio en el que te presentás?

Cada lugar tiene sus áreas en las que se especializa más y áreas en las que está menos desarrollado. Por ejemplo, en Korea el área más desarrollada es el canto y son menos desarrollados en el área de la danza. Año a año, encuentro que están progresando y están desarrollando su formación en teatro musical que es a nivel universitario como acá la UNA.

En Japón, por ejemplo, el nivel es más equitativo, más parejo entre canto, danza y actuación.

En Argentina, es muy buena el rubro de la actuación y también es bueno el área de canto y baile, aunque en ambas creo que falta mucho más desarrollo en cuanto a lo que es la parte técnica que tiene que ver con el estudio de música y el estudio de danza clásica como requisito necesario para poder bailar en cualquier escenario cualquier estilo. Esto en Estados Unidos es algo que está muy desarrollado y donde tienen de pronto muy claro lo que es la energía, la proyección escénica, pero a veces, probablemente lo hacen en forma muy controlada y medida y en algunos casos en algunos actores la pasión no llega a proyectarse tanto como en los actores argentinos Además, son los que inventaron el arte de la comedia musical y los que tienen mayor claridad en cuanto al desempeño en el género en sí mismo y en las tres áreas.

¿Es lo mismo montar la misma obra en dos culturas distintas y distantes?

No, no es lo mismo para nada porque según la cultura donde se desarrolle la obra habrá que hacer más énfasis en algún aspecto o en otro. Yo, por ejemplo, trabajé en “El violinista sobre el tejado” en Estados Unidos, en Korea y en Argentina y en cada lugar la puesta ha tenido puntos diferentes y otros en común En los tres lugares tuve que hacer una explicación de lo que es la historia, la geografía, la cultura, la religión, que son parte de la obra; pero después en cuanto a lo que es el trabajo concreto se desarrolla de distinta manera.

En Estados Unidos se ensayan ocho horas rigurosas por día y todo el elenco debe estar presente el 100 por ciento del tiempo. En Argentina se trabaja de otra manera, se cita a los actores para algunas escenas o para la parte actoral y cuando es necesario si se cita al resto del elenco para montar escenas de compañía o escenas grupales o coreografías grupales se hace una preparación mucha más seccionada del trabajo y por ejemplo, en Korea o en Japón, se trabaja mucho con lo que es el doble o triple cast, lo cual complica mucho el asunto porque cada rol de los protagónicos es interpretado por uno, dos, tres o hasta cuatro actores diferentes, cosa que hacen como recurso de marketing para convocar más público a cada obra.

Por otro lado si los coreanos se mueven de una manera y los argentinos de otra y los norteamericanos de otra yo permito que esto ocurra y no trato de establecer una forma única y que todos lo hagan de la misma manera. Me parece que el hecho de que cada obra sea auténtica en cada lugar donde se representa es muy importante.

¿Qué manera de armonizar tenés entre tu trabajo docente y el de director y coreógrafo?

Armonizar el trabajo de docente y director me interesa mucho me gusta mucho poder salir de una y entrar en otra, me gusta atravesar períodos en los que me dedico solamente a la docencia y expandir mi docencia y generar posibilidades de becas y ayudar alumnos del interior a llegar a Buenos Aires, alumnos del interior y de Buenos Aires a viajar al exterior, me interesa mucho la docencia creando nuevos artistas, establecer filosofías de trabajo, y también motivar a la gente a dedicarse al arte y generar y cumplir sueños, y también me interesa mucho, por supuesto, desarrollar mi carrera como director y coreógrafo; pero a veces el aula, el salón de baile, es muy importante a la hora de crear o de concebir variaciones coreográficas, o ritmos o escuchar música o estar al día con el movimiento, con las nuevas generaciones con las nuevas movidas que tienen que ver con la danza o el arte y después aplicar mucho de eso que puedo probar y experimentar Así que en realidad, un trabajo nutre al otro.

¿Qué tipo de teatro musical te gusta ver?

Me interesa mucho el drama musical, el buen libro, el teatro que narra una historia profunda, o que narra una historia universal; y en cuanto a lo que es puesta y coreografía lo que más me interesa últimamente tiene que ver con el movimiento, con la gestualidad, con la recreación de la conducta humana a través del movimiento, y en cuanto a lo que son los espacios cada vez me interesa más el espacio vacío, el espacio abstracto, la silueta, el lugar sugerido, la transición inmediata, la velocidad, la rapidez, el recurso de recurrir a la inteligencia del espectador para comprender lo que está pasando frente a uno, y cada vez me interesa menos el teatro de la alta producción donde cada cosa y cada espacio tiene que ser concretamente diseñado o expresado en lo que es la escenografía o el vestuario. Me gusta mucho más lo que es abstracto, sugerido, en aquello que requiere que el espectador se involucre y piense mucho. Como ejemplos de obras, hace poco vi en Nueva York “The Band’s Visit” que ganó todos los premios Tony. Me interesa, como obra favorita “Came from away” que me parece el mejor musical de todos en la obra “Once”. Me gusta mucho más el teatro de mediana dimensión pero alta imaginación.

¿Qué obras te gustaría dirigir que no hayas hecho?

No hay ninguna obra porque cada obra que aparece me resulta un nuevo desafío y se trasforma en mi próximo proyecto favorito. Así que siempre pienso que mi mejor trabajo o que mi obra favorita está por venir, no me gusta apegarme a trabajos del pasado, o a cosas que haya visto o estar a la espera que me salga un proyecto específico sino que cuando surgen proyectos para los que me convocan enseguida esos proyectos se trasforman en mi proyecto favorito. Por supuesto que tengo situaciones específicas en las cuales siento que estoy dirigiendo algún momento histórico o que estoy transitando alguna situación que me marca. Por ejemplo, trabajar con Raúl Lavié, es un hecho épico, histórico y que siempre me quedará grabado en la vida haber trabajado con él en el “Hombre de la Mancha”, “Víctor Victoria” o ahora en “El violinista en el tejado”, creo que es algo que me marca siempre y el hecho de que él esté presente en mis obras las transforma en mis obras favoritas. Pero también tengo otras obras que he disfrutado muchísimo como es haber colaborado con la coreografía de “Nine, el musical” en Broadway con Antonio Banderas. Por ejemplo, haber hecho el estreno mundial el año pasado del musical “Cyrano” en Korea con música de Frank Wildhorn, también son eventos que me han marcado. Pero también, lo ha hecho dirigir “Lorca” en Japón, como hice “Yerma” o “Bodas de sangre” o que ahora voy a hacer “Bernarda Alba” en Korea, trabajar Lorca me fascina… me apasiona…, al igual que aquellos musicales que son tan americanos o norteamericanos como pueden ser “Aplausos” o “Víctor Victoria” o de pronto haber hecho “El violinista…” en 3 países diferentes. Pero siempre creo que no me gusta encasillarme en “la” obra que quiero dirigir, que si o si quiera dirigir tal obra sino que hago de cada proyecto mi proyecto favorito.

¿Cómo ves al musical el terreno argentino en el teatro musical? ¿Qué hay? ¿Qué falta? ¿Dónde estamos parados?

El grave problema o lo que más falta tiene que ver con que a la hora de hacer un musical lo que más falta es educación musical. En cualquier país donde se desarrolla el musical, lo primero que ocurre a la hora de empezar a ensayar un musical, es que se hacen presentes las partituras de las obras y todos saben leer música, me parece que es absolutamente necesario e imprescindible que el que quiera dedicarse a esto sepa hacerlo y pueda cantar leyendo una partitura, que el elenco conozca en qué compás da la vuelta, en qué compás va a saltar, y cuál es la línea musical de la melodía de cada una de las voces. Bueno, creo que trabajamos en Argentina un poco a ciegas, creo que la partitura es como un objeto desconocido y misterioso que sólo el director musical maneja, y el resto de los integrantes no la trabaja y me parece que la educación musical es fundamental a la hora de querer crecer como país como generador de musicales e intérprete de musicales. Creo que gran responsabilidad recae en los actores de la Argentina que con entrenamiento en clases privadas de teatro surgen nuevos actores que probablemente lo hacen y con mucho talento pero a veces con muy poca formación. En otros países los actores si se preparan en cuanto a lo que es danza, o teatro, o dicción o proyección de la voz, o cuidado corporal y eso es algo que no ocurre siempre en todos los artistas grandes que tenemos en la Argentina donde probablemente se limitan más a estudiar una sola área, aunque sea que se dediquen a lo que es el teatro de texto a no ampliar la formación en otras áreas, como por ejemplo una Meryl Streep está lista para actuar, actuar, bailar o como Glenn Close que es una actriz de primera de teatro y de cine que también puede subirse al escenario e interpretar obras musicales u otros artistas como Hugh Jackman que puede ser actor de cine de películas de acción, pero que a la vez puede cantar y bailar. Creo que eso es una concepción que en general falta en los artistas argentinos.

Danos tu mirada de lo que para vos significa el teatro musical en la cultura como vivencia.

El teatro musical en la cultura me parece fundamental porque es el género que acapara tres géneros de arte como es la actuación, el canto y la danza. Pero además para aquello que implica el rubro de dirección tienen también otros componentes como puede ser la comprensión de áreas técnicas, o de áreas que tienen que ver con el vestuario, con la moda, áreas que tienen que ver con la música con los instrumentos, él área que tiene que ver con la actuación y el análisis de texto, con la danza y el movimiento, entonces creo que como ingrediente de la cultura me parece un género maravilloso por la multiplicidad de roles, áreas y elementos artísticos que terminan formando parte del universo de un musical. Creo que es una formación que tiene mucha integración, y me parece que como exposición al arte abre mucho la cabeza incluso me parece que sería muy apropiado que se enseñe ya en las escuelas primarias teatro musical porque esto permitiría que un chico se exponga al canto, al baile, a la música a la actuación y permita que uno desde pequeño pueda conocer esta multiplicidad de artes que el género presenta y tomar postura por si integrar a todos en un escenario de un musical o si dedicarse a algunas de las áreas específicamente. Así que como vivencia, el musical me parece que es género que atraviesa tantas otras artes que debería ser parte de la formación universal de nuestra sociedad como para exponer desde los más pequeños a las posibilidades que da este gran género que es el musical.