ENTREVISTA A VERO PECOLLO

-En este momento, al leer esta pregunta y mientras la lees… ¿Dónde estás? ¿En qué momento estás? ¿Cómo te sentís en relación a todo lo que pasa? Si pudieras definir eso, sería muy atractivo.

-En este momento estoy en casa, junto a mi beba Renata que gasta sus últimos cartuchos del día. Yo, impactada por la energía y lo maravilloso que es descubrir “lo nuevo” en un niño, tratando de contagiarme de todo eso para, entre otras cosas, poder pasar el momento que vivimos. Momento que obviamente no pensé vivir, que de a ratos parece una película de ciencia ficción pasando por momentos de paz, locura, de tanta incertidumbre para todos pero, sobre todo, para los que nos dedicamos al arte.

-Contanos cosas que vos sientas que han sido interesantes durante este año de pandemia y otras que hayas sufrido durante el mismo.

-Como siempre las situaciones que, desde algún lugar, nos descolocan, nos dejan parados en otro sitio. Eso tuvo de positivo la pandemia. El tener que investigar nuevas maneras de comunicarnos, de trabajar, el tratar de sacarle provecho a estas nuevas formas, el tener tiempo e intentar llevarse bien con él, dejar espacio para las cosas que teníamos tantas ganas de transitar. Pero todo esto también tiene su lado difícil, estar alejado de los que queremos no ha sido cosa fácil. Permanecer alejados de los compañeros, colegas, alumnos, con quienes el encuentro nos nutre el alma, siento que nos ha dejado a todos con un gran vacío.

-Tu trabajo, más allá de la pandemia, en general, ¿qué necesita? ¿Según tu observación, cuáles serían los conceptos, ítems y cosas básicas que requiere realizar tu labor?

-Mi trabajo necesita, por sobre todo, pasión. Una pasión que movilice y encienda las ganas de búsqueda. Necesita mucha disciplina, perseverancia y, sobre todo, mucha conciencia del trabajo con otro; porque trabajamos con el otro todo el tiempo, con su cuerpo, con su emotividad, con su intelecto.

-¿Qué espectáculos ansiás o imaginás hacer en el futuro más cercano?

-Hay varios proyectos dando vueltas que, además, en estos meses de “parate” crecieron mucho en nuestras cabezas. Pero hay una obra que escribí junto al Bicho Gómez que me encantaría concretar en un futuro cercano. Un musical, con mirada circense y con la banda musical de un gran ídolo de la música argentina.

-De los últimos eventos, lenguajes, estilos y cosas que suceden, ¿qué es lo que más te atrae? Sea un estilo de danza o canto o un artista determinado.

-Me atraen en demasía las nuevas corrientes, los nuevos coreógrafos y, sobre todo, las fusiones que se van generando, siento que ahí está la evolución, hacia dónde vamos.

-¿Quiénes son tus clásicos?

-Son variados: Pina Bauch, Peter Brook, Bob Fosse, Hugo Midón y La Fura dels Baus.

-Cuando creás ¿Cómo creás? Si es danza, ¿cómo preparás tu material? Si es canto, ¿cómo lo ensayas?, ¿cómo elegís repertorio?, ¿cómo lo hacés?

-Para crear me gusta mucho investigar, entender realmente el material. Si es simplemente una coreografía, trabajar sobre la letra, estudiar la música hasta sentirme parte y explorar movimientos, calidades. Cuando trabajo dentro de una obra teatral se suma el entendimiento del libro, de lo que se cuenta y tomar decisiones sobre el lugar que ocupará lo coreográfico.

-¿Qué otras cosas te gusta tanto hacer como lo que es básicamente tu profesión?

-Me encanta pintar, no sé hacerlo pero juego, sin intelectualizar demasiado y es sumamente placentero.

-¿Qué recogés de tu historia, de obras y material, como los que más te signaron?

-Todo lo que va construyendo mi carrera, lo siento de suma importancia pero si tuviera que remarcar algo, señalaría la versatilidad de los proyectos que me han tocado encarar primero como bailarina y ahora como coreógrafa. Es lo que realmente me marca y me para en un lugar definido.